miércoles, 9 de febrero de 2011

La vida

La vida es una aventura, una oportunidad para hacer lo que queremos sin limites. Es una oportunidad para expresar lo que somos y lo que sentimos. Es increible que estemos vivos, es increible que podamos ver y oir, es increible ver una puesta de sol, es increible ver las estrellas, en un mundo tan inmenso, en un universo infinitamente grande.

Dios se hace invisible, no porque quiera ocultarse de nosotros, es porque quiere darnos nuestro espacio, libertad para hacer lo que queramos sin límites. Nos da reglas, no porque nos quiera someter, sino porque obedeciendo esas reglas tendremos una vida más feliz, más armoniosa, con menos problemas. Vaya, nos conviene obedecer esas reglas, son para nuestro bien, nos conviene obedecer, aunque no estamos obligados a hacerlo, Dios aprecia tanto nuestra libertad que nisiquiera nos pone trabas para hacer lo que queremos, aunque hagamos el mal, eso es libertad, eso es amor.

La vida es una escuela, una escuela donde aprendemos de todo, la vida enseña, los sufrimientos enseñan, la felicidad enseña, todo aqui es aprendizaje. Cuando todo cambia bruscamente es porque nos hemos graduado de ciertas circunstancias y nos toca experimentar otras cosas, la vida es una escuela, pero no es una escuela monótona, hay de todo; alegrias, tristezas, enfermedades, salud. Eso es lo que le da sabor a la vida; si la vida fuera absolutamente felicidad nos aburriríamos, nos hastiaríamos de la vida, por eso la vida tiene sabor, la vida tiene altibajos, es lo que la hace única.

Muchos quisieramos tener una vida perfecta, pero la tenemos, de acuerdo a nuestra definición de "vida perfecta", como cada cabeza es un mundo, a cada quien se le da lo que necesita para ser feliz. Algunos se enferman porque necesitan un descanso, algunos otros no encuentran trabajo pero en realidad no les gusta trabajar, y a cada quien se le da lo que desea, sólo que a veces hay gente que tiene tantos deseos al mismo tiempo que se contradicen unos con otros y entonces no sucede lo que "queremos". Muchos quieren tener dinero, pero también muchos no quieren trabajar, quieren pero no quieren, y ésto hace que las cosas no sucedan. Para que algo suceda tiene que estar uno seguro de desearlo, sin desear otra cosa que se oponga. Por eso a la gente que le gusta trabajar consigue trabajo, y la gente que no le gusta trabajar no lo consigue.

Para vivir no se necesitan recetas, simplemente hay que ser uno mismo, hay que trabajar en lo que a uno le gusta, el secreto del éxito no tiene fórmulas mágicas, simplemente hay que trabajar, trabajar y trabajar. Y si uno trabaja en lo que le gusta, trabajará más que nadie, porque no es un trabajo pesado, es un jobi que se hace, no por dinero, sino por jobi, y asi uno no se cansa.

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